Buscar este blog

sábado, 17 de mayo de 2014

El corredor cazador de ciervos. Deer Runner

Casi por casualidad me encuentro con una entrevista a un viejo corredor, también escritor, publicada en el New York Times. Se llama" Tracking Down the Deer Runner", algo así como siguiendo la pista al corredor de ciervos.                                
El motivo de la entrevista es un artículo publicado por el corredor en un Sports Ilustrated del año 1978, titulado "In Pursuit Of An Ancient Pursuit", a la caza de la ancestral caza, o algo parecido.



                                     Portada del Sports Ilustrated. Abril 1978

Como si del cuento de Sherezade se tratara, salto de una publicación a otra, internet es un mala influencia para tipos como yo. 
En ese olvidado artículo el bueno de Michael Baughman nos relata como dió caza a un ciervo a la carrera, a la antigua usanza de los indios. El propio Baughman es un lejano descendiente de un jefe Mohawk.



                                          Michel Baughman, the Deer Runner

Esta modalidad, la caza sin armas, trampas o engaños, sólo mediante la carrera a pie hasta agotar a la presa, dió que hablar hace unos años, se conoció como "Persistance Hunting", la caza por perseverancia.
El periodista (también médico y probablemente corredor) del New York Times adereza su artículo-entrevista enlazando esta historia con la teoría evolutiva del running, muy interesante, ya os hablaré de ella algún otro día (me ha comentado una fan que mis post son muy muy largos, que aburro al personal).
También hace un intento de relacionar la historia con el Barefooting, imagino por lo idílico del relato. Pero cuando el periodista pregunta al corredor que tipo de calzado llevaba ese día, éste contenta (socarrón -imagino yo-): "las zapatillas  eran probablemente las Nike del momento".
Tras mencionar con fingida modestia que era un corredor no muy bien dotado (2:50 en maratón ¡que cabrón!), pero en muy buena forma, desvela las claves para cazar un ciervo a la carrera por agotamiento (Running Down a Deer).



- Terreno totalmente despejado y abierto, para que el ciervo no pueda esconderse y descansar.
- Calor mejor que frío. El ciervo tiene un mecanismo de termorregulacion peor diseñado que el   humano, que aunque no nos los parezca a veces, es excelente.
-Una buena estrategia de carrera, sabiendo regular tu esfuerzo en todo momento, acomodando tu carrera a la del ciervo. Hay que saber soltar y recoger sedal como un buen pescador, dar la distancia exacta como un torero virtuoso o guardarla como un buen peso medio.
La distancia perfecta, allí está el secreto.
No sé cómo escribirá el amigo Michael en la actualidad, pero hace 35 años no lo hacía nada mal.
Por desgracia mi dominio del inglés no es tan bueno como para captar todos los matices y sonoridades de su prosa, pero no se me escapa la frescura, emoción y belleza que emana este pequeño relato.
Aunque no soy cazador (y no quiero entrar en aburridas polémicas), sí entiendo la pasión por la caza. Tiene algo de mágico y ancestral que late en todos nosotros, sepultado en las capas más abisales de nuestro cerebro más primitivo.
Somos cazadores, no podemos negar miles de años de evolución por unos minutos de "civilización".
Al final del cuento no hay sangre. El cazador se conforma con acariciar el lomo empapado en sudor del ciervo agotado y rendido.
Los dos saben quién ha ganado la carrera. No necesita más.
Ya siendo un hombre muy viejo (y todavía corredor), Baughman recuerda esa lejana tarde como el momento más hermoso de su vida.
Me ha gustado mucho la historia, quería compartirla con vosotros.
Pulsiones atávicas que todos albergamos en nuestro interior. Y correr. Siempre correr.
Un cazador, una presa y una carrera a muerte en una hermosa tarde de verano.
Me despido con una frase del corredor de ciervos.
"But pain is a challenge when you love to run". Pero el dolor es el desafío cuando amas correr.
(Traducción totalmente libre, en realidad dice el dolor es un desafío y no el desafío, pero me mola mucho más así).

Nota Friki: No he podido evitarlo y le he seguido la pista a mi colega, el periodista.
Efectivamente, el Dr Michael J. Joyner, además de anestesista, reputado fisiólogo del deporte y colaborador del New York Times, es corredor, 2:25 en maratón para más señas. Lo sabía.



13 comentarios:

  1. Muy bueno ¿has leído "Nacidos para correr"? Los bosquimanos aún cazan así. Tal, y como lo has descrito.

    ResponderEliminar
  2. Buenisima entrada , para seguir un bicho de esa clase hay que ser un gran corredor o conocedor de las posibilidades que tiene de aguante el Ciervo , bueno de verdad

    ResponderEliminar
  3. Interesante entrada, seguro que la historia está algo aderezada con dosis míticas pero es increible. El tipo además de ser un crack debía tener todo el tiempo libre del mundo. Le digo yo a mi señora que me voy al campo a perseguir durante todo el día un ciervo y que no se cuando volveré y me dice que no vuelva.

    ResponderEliminar
  4. Me gustan tus entradas un tanto "off-topic". Nada de entrenamientos con multiplicaciones, pero todo muy interesante.

    Yo nunca he cazado un ciervo, pero el otro día subiendo una buena cuesta de un km de largo que tenemos por aqui ... vi, al fondo, una chica en bici.
    Supongo que ella termoregulaba peor pero cuando le di matarile me sentí como un cazador de ciervos jajaja
    Muy buena entrada.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Pues si tus entradas aburren, no te quiero ni contar las mias.......no hagas caso, haces muy buenas entradas como esta, de quitarse el sombrero. Aunque me dio pena el ciervo es una maravilla de historia, muchas gracias por acercarnosla ilustre Luis y menudos tios, como corren...que en tu caso vayan a mejor esos pies¡¡¡.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Pues mira, quizá de esta manera podríamos llegar a un punto de acuerdo entre corredores y cazadores con tanta polémica por el uso y abuso del monte. La experiencia me parece fantástica, pero aunque libre de la muerte al ciervo supongo que el rato de pánico del pobre animal no se lo quita nadie.

    PD: No dejes de escribir tal como sabes, los cánones se hicieron para hacerlos saltar por los aires.

    Salud.

    ResponderEliminar
  7. Madre mía me parece una historia increíble poder derrotar a un ciervo por agotamiento, brutal.
    Gran entrada.

    ResponderEliminar
  8. Y que no tengas la mala suerte de pillar al ciervo que se te enfrente si no llevas armas, he visto alguna "berrea" y de cerca esos bichos dan al menos respeto. Genial entrada, como siempre.
    Pd: 2h25 el médico-periodista, otro cab***.

    ResponderEliminar
  9. Otra interesante entrada ;) (no pertenezco al personal aburrido)

    Ya había oido hablar de este tipo de caza. En "Nacidos para correr" hablan de ella. Supongo que hay que tener grandes dosis de paciencia además de fortaleza física.

    ResponderEliminar
  10. Los enfrentamiento entre personas y animales siempre se decantan en el lado mas racional :-) que es el del animalllllll. Excelente entrada y ese mas que correr volaba 2h25´vamos ni yo en Valencia y tenia fotografo de lujo... un abrazo amigo.

    ResponderEliminar
  11. Super interesante como siempre.

    Compañero, tu blog es diferente y entretenido. Para nada largo o por lo menos a mi no me lo parece en absoluto.

    El ciervo tiene que quedar muy agotado porque un bicho de esos de los grandes si le da por embestirte tienes todas las de perder...

    Vaya con el tipo....2:25. Aquí indagas un poco en la biografía de muchas personas y tienen marcas de ese pelo....

    Yo es más probable que pase a la posteridad como en primer tío que corrió un maratón desnudo en Pamplona que por hacer una maratón con una marca parecida a esa...

    Saludos

    ResponderEliminar
  12. Hola Luis, ponte en contacto conmigo (dumas_43@hotmail.com) y te adjunto el correo de Lastra por si quieres conseguir libros suyo, aunque el primero de la trilogía está descatalogado. Gracias por comentarme siempre en mi blog. Un abrazo

    ResponderEliminar
  13. Oye, qué pasa, Luis, necesitamos más dosis de El Corredor Solo!! Vuelve!

    ResponderEliminar