Hola de nuevo. Llevo bastante tiempo procastinando para escribir esta entrada, quizás porque va a ser la última. Esa es la razón de no aparecer por aquí, no me decidía a dar el paso.
Para los habituales de éste rincón os diré que mi fascitis plantar sigue igual, son casi 2 años, es posible que nunca se cure o lo haga en 2 meses, imposible saberlo.
Adaptado a mi nueva circunstancia, la vida no es mala. Para nada. Me permite trabajar y llevar una vida casi normal, aunque mi autonomía para caminar o permanecer de pie se limita a 10-15 minutos.
- Vaya mierda- dirá alguno. Pues hay muchas cosas peores, date una vuelta por ahí.
Todo es cuestión de expectativas y perspectiva. La actitud, es lo más importante.
La molestia es permanente, pero perfectamente tolerable, y si no me paso de listo, nos llevamos razonablemente bien (mis pies y yo).
Como esos matrimonios que se odian con cariño y desgana, casi imposible intuirlo desde fuera.
Así es nuestro triángulo amoroso (mis pies y yo).
A pesar de no correr, al gordo que habita en mí lo he dejado atrás, me mantengo en una forma bastante aceptable, gracias a don Joseph y a unos buenos hábitos alimentarios arraigados hace tiempo.
Pero me falta hacer algo de ejercicio aeróbico. Acabo de cancelar mi suscripción al gimnasio (fila 0), he pensado que hay mejores obras filantrópicas a las que dedicar mi dinero.
Así que aprovechando la temporada estival, he decido que voy a nadar. Nunca me ha gustado demasiado, pero tampoco me gustaba correr al principio y mira tú.
Tengo la suerte de tener una piscina estupenda que por la noche queda libre de esas pequeñas criaturas tan molestas que por extrañas razones nos gustan tanto (sobre todo si viven a nuestra costa).
La paradoja es que no se me da nada mal y además si los piensas se parece bastante. El esfuerzo en soledad, un paso, una brazada, la respiración rítmica, las ganas de parar que son vencidas a cada metro, a cada largo...
Os recomiendo una vieja película del bueno de Burt Lancaster, El nadador.
El nadador (The Swimmer). Fran Perry. 1968
Siempre me ha fascinado la figura del perdedor, me han merecido siempre un gran respeto (los grandes perdedores, claro, nada fácil por otra parte).
Hay una dignidad antigua en la fatalidad de la derrota a la que el vencedor no puede aspirar jamás.
Está basado en un relato corto de Cheever, también magnífico, muy recomendable.
El protagonista se propone volver a su casa atravesando a nado el valle, de piscina en piscina.
Es la California de los 60´s, en una viaje que es una metáfora vital, en una película que es una crítica descarnada a la clase alta norteamericana, una pedrada contra el escaparate del sueño americano.
¿Y no echas de menos correr? - me preguntas- .Todos los días, todos los malditos días.
Pero no tiene nada que ver, la serenidad y la nostalgia se pueden mezclar bien si aprendes a hacerlo.
Muchas gracias a todos los que os habéis pasado por aquí, en especial a todos mis amigos imaginarios. Si algún día vuelvo a correr, aquí os lo contaré, todavía me quedan muchas cosas por decir.
Un abrazo y muchas gracias otra vez.
¡Hasta siempre!
Para los habituales de éste rincón os diré que mi fascitis plantar sigue igual, son casi 2 años, es posible que nunca se cure o lo haga en 2 meses, imposible saberlo.
Adaptado a mi nueva circunstancia, la vida no es mala. Para nada. Me permite trabajar y llevar una vida casi normal, aunque mi autonomía para caminar o permanecer de pie se limita a 10-15 minutos.
- Vaya mierda- dirá alguno. Pues hay muchas cosas peores, date una vuelta por ahí.
Todo es cuestión de expectativas y perspectiva. La actitud, es lo más importante.
La molestia es permanente, pero perfectamente tolerable, y si no me paso de listo, nos llevamos razonablemente bien (mis pies y yo).
Como esos matrimonios que se odian con cariño y desgana, casi imposible intuirlo desde fuera.
Así es nuestro triángulo amoroso (mis pies y yo).
A pesar de no correr, al gordo que habita en mí lo he dejado atrás, me mantengo en una forma bastante aceptable, gracias a don Joseph y a unos buenos hábitos alimentarios arraigados hace tiempo.
Pero me falta hacer algo de ejercicio aeróbico. Acabo de cancelar mi suscripción al gimnasio (fila 0), he pensado que hay mejores obras filantrópicas a las que dedicar mi dinero.
Así que aprovechando la temporada estival, he decido que voy a nadar. Nunca me ha gustado demasiado, pero tampoco me gustaba correr al principio y mira tú.
Tengo la suerte de tener una piscina estupenda que por la noche queda libre de esas pequeñas criaturas tan molestas que por extrañas razones nos gustan tanto (sobre todo si viven a nuestra costa).
La paradoja es que no se me da nada mal y además si los piensas se parece bastante. El esfuerzo en soledad, un paso, una brazada, la respiración rítmica, las ganas de parar que son vencidas a cada metro, a cada largo...
Os recomiendo una vieja película del bueno de Burt Lancaster, El nadador.
El nadador (The Swimmer). Fran Perry. 1968
Siempre me ha fascinado la figura del perdedor, me han merecido siempre un gran respeto (los grandes perdedores, claro, nada fácil por otra parte).
Hay una dignidad antigua en la fatalidad de la derrota a la que el vencedor no puede aspirar jamás.
Está basado en un relato corto de Cheever, también magnífico, muy recomendable.
El protagonista se propone volver a su casa atravesando a nado el valle, de piscina en piscina.
Es la California de los 60´s, en una viaje que es una metáfora vital, en una película que es una crítica descarnada a la clase alta norteamericana, una pedrada contra el escaparate del sueño americano.
¿Y no echas de menos correr? - me preguntas- .Todos los días, todos los malditos días.
Pero no tiene nada que ver, la serenidad y la nostalgia se pueden mezclar bien si aprendes a hacerlo.
Muchas gracias a todos los que os habéis pasado por aquí, en especial a todos mis amigos imaginarios. Si algún día vuelvo a correr, aquí os lo contaré, todavía me quedan muchas cosas por decir.
El nadador muy bien puede volver a correr.
Un abrazo y muchas gracias otra vez.
¡Hasta siempre!
No me jodas, Luis. Me has dado la alegría de la noche al ver que habías publicado y ahora me dices que no, que lo dejas. Me resisto a creerlo y seguiré teniendo este Blog entre mis favoritos con la esperanza de que vuelvas algún día. Te lo he dicho y te lo repito, tus entradas han sido de lo mejorcito que he podido leer en la blogosfera y es una pena que nos las niegues. En cualquier caso te deseo lo mejor y lo sabes. Un fortísimo abrazo, compañero.
ResponderEliminarMuchas gracias amigo, te agradezco tus cariñosas palabras, nunca se sabe, es posible que incluso vuelva antes de correr. Un abrazo
EliminarEl otro dia Luis pensaba en ti y ya me parecia largo el tiempo que llevabas sin decir nada, es complicado decir algo cuando no hay nada que decir y entiendo perfectamente que dejes aparcado el blog por un tiempo pero cerrarlo no, no es buena idea si aun hay algo que decir y aun te queda algo que decir. Todos los blogs dejan algo o mucho y sirven algo o mucho a los demas, asi que espero que sigas por aqui aunque sea para contar tus records de nado, aunque sea cada seis meses, que te sigas asomando de vez en cuando y que por supuesto nos cuentes un dia que ya estas bien. Estas teniendo bastante mala suerte con esa lesion y la mala suerte tambien tiene fecha de caducidad, asi que es una gran idea que sigas haciendo deporte para distraerte y para que cuando vuelvas no sea de cero y ya lleves tiempo haciendo deporte.
ResponderEliminarMucha suerte con tu etapa de nadador, que la disfrutes mucho, tambien alli se pueden batir records y mejorar mucho el cardio, esa peli la vi hace años y vale mucho la pena, buen gusto¡¡¡.
Muchisisiismo animo Luis, que vuelvas pronto y nos lo cuentes. Vamos¡¡¡¡.
UN fuerte abrazo y volveras, ya veras...
Muchas gracias campeón, yo también me acuerdo mucho de tí. Un abrazo
EliminarLlevo igual que tu, 2 años en el dique seco por problemas en los pies, en mi caso me diagnosticaron un problema en los peroneos, y eso que yo antes de aquella consulta no sabia ni q existiera esa maldita parte del cuerpo ¬¬, pero bueno ahí vamos. Ahora tb he comenzado con la natación aunque cuando he leido eso de "¿ Y no echas de menos correr?- me preguntas- . Todos los días, todos los malditos días." se me ha puesto una media sonrisa de anhelo...
ResponderEliminarUn abrazo y que se mejore
Me acordaré de tí cuando esté en la piscina. Seguro que tarde o temprano salimos de ésta, y mientras tanto a nadar. Un saludo
EliminarLuis, aunque tardes, ten seguro que seguiré dando un salto de alegría cada vez que vea la notificación de una entrada tuya nueva en mi lista de blogs. Mucha suerte.
ResponderEliminarMuchas gracias Miguel. Yo tengo pendiente una tirada larga contigo por esos montes tan bonitos que conoces, quién sabe si algún día lo haremos, Un fuerte abrazo y gracias
EliminarMuchas gracias Miguel. Yo tengo pendiente una tirada larga contigo por esos montes tan bonitos que conoces, quién sabe si algún día lo haremos, Un fuerte abrazo y gracias
ResponderEliminarTe voy a echar de menos. Cada una de tus entradas me ha aportado algo, una sonrisa, una enseñanza, un ánimo, fuerza para seguir y sobre todo mucha sabiduría. Seguiré suscrita ansiando recibir una nueva notificación. He aprendido, he disfrutado, me he reído mucho........ Coño, que no deberías dejarlo!!! Aunque lo respeto. Te deseo toda la suerte del mundo y estoy convencida que volverás a correr. Ánimo "nadador solo"!!!!!!!!
ResponderEliminarUn beso grande Ele, y no dejes de correr, que te sienta muy bien
EliminarVenga hombre!!!! Ahora que vuelvo yo de mi retiro! Un tío que escribe como tu no debería perderse en el limbo blogosferico. Ni combinar las palabras "ultima" y "entrada" en la misma frase. Se te va a echar de menos. Mientenos y de vez cuando asomate ;) Ojala que tu paso a modo acuático también de para ello. Yo por si acaso, me niego a borrarte de la lista de blogs.
ResponderEliminarAnimo y suerte en lo que emprendas
Muchas gracias Yolanda. seguro que acabo como esos viejos toreros que nunca acaban de retirarse. Si vuelvo a correr, estaré aquí seguro. Un abrazo
EliminarBuenas Luis, me ha gustado mucho tu blog, te dije que lo iba a leer y aquí estoy, pero tengo que decirte que he tenido que comprobar varias veces si este blog era relamente el tuyo.
ResponderEliminarPrimero me recomiendas un blog que "está cerrado" y luego pones en duda que vayas a volver a correr.
Yo voy a hacer una cosa. Voy a rezar por ti para que así sea. Cuando eso suceda, que sucederá me haría mucha, mucha, mucha ilusión acompañarte hasta la meta en tu primera maratón, así que avísame 3 meses antes.
Tu me has ayudado mucho y esto sería una pequeña muestra de agradecimiento hacia ti, una pequeña, pequeña muestra, y seria un orgullo inmenso correr a tu lado. Un fuerte abrazo y mucho ánimo, sabes que Dios está contigo.
Miguel
Gracias Miguel
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