Publicó un interesante artículo en la revista New England Journal of Medicine, la más prestigiosa de todas las revistas médicas, la revista que todo médico debería leer sea cuál sea su especialidad.
La original hipótesis que presentaba es que un subgrupo de corredores compartiría similitudes con las pacientes anoréxicas, de hecho el provocador título del artículo es: "Running- An Analogue of Anorexia?".
El "corredor obligado"sería aquel que sigue corriendo a pesar de las lesiones, contraindicaciones médicas o enfermedad común (como una gripe).
Las conclusiones las basa en un estudio sobre 60 hombres que corrían más de 80 km a la semana( maratonianos y"trail runners").
Un detalle muy curioso es que los tres autores del artículo se declaran runners, algo bastante inusual en éste tipo de publicaciones, me ha gustado mucho esa afirmación.
El corredor obligado haría del running su actividad principal, con prioridad sobre el resto de los aspectos de su vida. Si se ve imposibilitado para correr tiene síntomas depresivos, y ansiedad sobre la creencia irracional de un deterioro irreversible de su forma física.
Corre a pesar de estar lesionado y puede llegar a sufrir daños físicos severos.
La mujer anoréxica hace del logro de una delgadez extrema el centro de su vida, con una evidente distorsión de su imagen corporal, llegando a un control extremo de su ingesta, con negación evidente de la realidad, en una carrera que le puede llevar a la muerte.
Mrs. Beckham
Según la Dra Yates, ambos grupos compartirían características psicológicas y biográficas,tales como clase social media- alta o alta, ser personas inteligentes y muy trabajadoras, introvertidas, extremadamente perfeccionistas y con dificultades para expresar la ira.
La compulsión por acumular kilómetros en unos, en búsqueda de una mejora ilimitada de la forma física, y la negación de la ingesta en las otras, en la persecución de la infinita delgadez , serían imágenes especulares de un mismo trastorno.
Ambos comportamientos serían en origen un fenómeno adaptativo de búsqueda de control y de identidad, que les diferenciaría nítidamente del resto de personas, incluyendo además una serie de rituales característicos.
Además afirma que en la muestra de corredores estudiados no eran infrecuentes las preocupaciones por la dieta y el peso, pero no como una preocupación principal como ocurre en las anoréxicas, más bien como una consecuencia.
Asume en ambos grupos un mismo modelo de comportamiento, basado en el ascetismo con evitación de la recepción pasiva de placer aunque al mismo tiempo y de forma paradójica compartirían la vivencia del"colocón" o "High"
Destaca que ambos comportamientos están socialmente muy aceptados, tanto la habilidad atlética como la delgadez, lo que retroalimentaría estos trastornos en nuestra sociedad y explicaría el gran "boom" de ambos trastornos en los últimos años.
Cita como ejemplos a Alberto Salazar, gran corredor y ahora exitoso entrenador, que "presumía" de que le obligaban a no correr más de 193 km a la semana y de haber recibido la extrema unción metido en una caja con hielo, mientras sobrevivía a un episodio de severa hipertermia.
También "señala" como uno de los ideólogos del "obligatory runner" al gran George Sheehan.
En resumen, sería lo que 20 años más tarde se ha llamado vigorexia: una persona con una identidad frágil y unas características de personalidad definidas, en el momento de declinación natural de la forma física y sexual( los 40), gestionaría la angustia que ésto le produce con una devoción maniaca por el deporte; al final sería una forma de expresión del síndrome de Peter Pan o de la "pitopausia".
Algo parecido a lo que les ocurre a los fanáticos religiosos o adictos al trabajo, serían manifestaciones descontrol de un mecanismos adaptativo contra la ansiedad, que en mi humilde opinión estaría originada en el miedo a la muerte, que es lo que nos angustia y acojona realmente a todos.
Al final me he puesto muy trascedente. Un amigo mío lo resume de una forma mucho más simpática: a los 40 años hay que hace algo; te puedes separar y liar con una de 25 años, te puedes comprar un descapotable, o te pones a correr; la tercera opción es la más saludable, más barata y la que más felicidad te va a dar a tí, y menos infelicidad a tu familia.
No soy psiquiatra ni psicólogo, pero aunque la hipótesis propuesta es muy atractiva, creo que es sólo eso, una hipótesis a la que se le pueden poner también muchas pegas; no obstante me parece que las similitudes entre corredores y anoréxicas(por desgracia he conocido de cerca a varias mujeres con esta terrible enfermedad) son muchas y da mucho que pensar, no se qué os parecerá a vosotros.
Si hay algo que tengo muy claro es que correr es adictivo. Es una adicción como el tabaco o cualquier otra, pero la diferencia es que es una adicción positiva. Como cualquier adicción, el exceso es lo que conlleva el que se convierta algo negativo.
ResponderEliminarYo no lo tengo tan claro..y el problema de las adicciones no es tanto el exceso sino el tener que subir la dosis, sus consecuencias y las posibilidades de conseguirlas ; compara a los Stones con los Yonkis de tu barrio, no hay color; si realmente es una adicción, bendita sea, km infinitos y que nuestro cuerpo aguante
EliminarEs curiosa esa relación que destacas entre "la crisis de los 40" y el running. Es como si nos negáramos a envejecer, a engordar, a dejarnos en lo físico y el running nos diera las pautas para luchar contra todo eso.
ResponderEliminarGran entrada. un saludo
Correr nos ayuda en casi todo. Por cierto vas como un tiro, que pasada
EliminarCon mi primera lesión me pasó algo parecido, me negué a parar a tiempo y luego paso lo que pasó. Ahora tengo más experiencia y me preocupan menos los kilómetros por lo que creo que tengo el control, aunque a veces cuesta. Menos mal que todavía me quedan años para llegar a los 40... :P
ResponderEliminarEs el peligro que tiene ésto , como te descuides te engulle
EliminarBuen artículo, eso de la crisis de los 40 y el descapotable lo he dicho muchas veces, lo importante es ser consciente y reírse de uno mismo es la mejor forma de no perder el control
ResponderEliminarEso es, si no te ríes estas perdido. Y el coche también mola , con o sin niñata
EliminarCiertamente existe siempre que se habla de vigorexia se piensa en la gente de gimnasio. Cualquier cosa que se convierta en obsesión no es buena.
ResponderEliminarClaro, pero sin un poco de obsesión no terminas un maratón
EliminarNo puedo estar mas de acuerdo con mucha parte del articulo, por eso yo no dejo la cerveza ni las tapas por nada del mundo.
ResponderEliminarEsa cervecita es el antídoto a esta locura,
EliminarPedazo de entrada. Cada vez que estoy cerca de animarme a escribir en mi blog sobre running leo alguna de estas maravillosas entradas y me quedo quietecito y tranquilito, porque se que no podría alcanzar este nivel. Muchísimas gracias por esta interesante y fabulosa entrada
ResponderEliminarMuchas gracias, pero de verdad creo que lo mejor d los Blogs es cada uno tiene su punto de vista, su estilo y su personalidad y todos aportan , anímate ! Un abrazo
EliminarVaya... Hasta tres veces he leído esta entrada y aún le estoy dando al run run, a dos semanas apenas de cumplir los 40. Como Gonzalo, pienso que esto de correr es absolutamente adictivo, pero hay que tener mucho cuidado para no cruzar esa delgada línea que nos puede acercar al abismo del corredor obligado. Por muchos kilómetros que hagamos, no hay que olvidar que corremos porque nos hace felices y también para ser felices. Pero que la vida es mucho más que correr, aunque correr sea toda una actitud vital y mental. Mientras sigo dándole vueltas a esta brillantísima entrada, decidiré que descapotable me compro... ;-)
ResponderEliminarHas dado con la clave , correr es una actitud , ética y estética , y esto no es una coñá fácil. Lo de los 40 no es para tanto, ya verás, Felicidades por adelantado
ResponderEliminarDa que pensar, sí, yo creo que lo malo no es la propia adicción a correr, es la obsesión de no ver más que eso, de hecho conozco yo a más de un "obligatory" y no son runners. Vaya, yo antes de que me dé cuenta tendré que ir pensando ya en la crisis de los 50, ¿ me valdrá también el descapotable ?
ResponderEliminarSi , la obsesión es la clave probablemente.
ResponderEliminarYo me apuntaría al descapotable, y si viene de serie con la rubia mucho mejor, claro
Un buen articulo, yo creo que cada uno tiene que saber donde esta a la hora de afrontar etapas de esta vida... si no es asi es una lucha contracorriente.. que al final te acaba ahogando o dejandote sin fuerzas para mantenerte a flote.
ResponderEliminarUn saludo amigo y hasta la proxima.