El corredor y los Walking Alive

Esta entradita primero se iba a titular el  "El corredor y los  Walking Dead", ya sabéis , esos entrañables personajes que habitan los últimos 10 K de los maratones y según el calor  ambiental y la posición en la  que corras, los tramos finales de carreras más cortas.

                                             The Walking Dead

 Mirada perdida, espuma blanca en la boca, marcha tambaleante y sobre todo, no están corriendo. Hablamos de ellos en nuestras crónicas de carreras con conmiseración y lástima, pero seamos sinceros, hipocresías aparte, nos encanta abrirnos paso con la guadaña a través de la manada de zombies, estamos vivos y ellos no,
mejor tu que yo( guiño a Kubrick y su "Full Metal Jacket").
Pero después de pensarlo un poco, me he dado cuenta que sí, estoy andando, pero coño, estoy muy vivo. Desde hace unos días, el buen doctor me ha prescrito reiniciar los "entrenamientos", con un CaCo( caminar-correr), vamos , como un ultramaratoniano.
Mi impresionante rutina se compone de 10-8-6 minutos de andar, alternados con 2-4-6 minutos de trote muy suave.Todo eso en días alternos, con los pies vendados como una Geisha, con dolor y bastante miedo, pero hay que confiar en el que sabe.
Estoy encantado, el dolor no me importa, sólo me preocupa que pueda retrasar la curación, pero la vida es incertidumbre, que le vamos a hacer.
El haber reanudado una "rutina" me ha venido muy bien, y además he descubierto muchas cosas que desconocía del mundo de los Walkers(Alive).
Primero está el problema del Outfit  o indumentaria; en Madrid por la noche ya hace fresquito y no es fácil encontrar la medida  adecuada; te quedas helado en los tramos de andar y sudas en los de correr, no puedes ir de corto como irías corriendo ni vestido de paisano con una chaqueta: así que después de varias pruebas, mi apaño, bastante satisfactorio, consiste en un pantalón  largo y viejo de algodón(Decatlón), camiseta técnica( carreras varias) ,cortavientos(de nuestra marca favorita) y gorro de estibador( sin marca); mi mujer me ha dicho que parezco un Homeless y que doy miedo; tras mirarme al espejo creo que más que pinta de pedir, tengo pinta de vender( la felicidad por gramos,  exactamente).

                                       
                                            The Sopranos ( 1999-2007) . Obra maestra

Luego está el problema de la invisibilidad: a mí me encanta saludar a otros corredores; el primer día se me hacía raro, un poco embarazoso incluso ,el  saludar al corredor con el que te cruzas mientras tu caminas, podría incluso originar algún conflicto de "entendimiento"; pero no hay problema, resulta que eres invisible, no existes, tendré que fijarme la próxima vez que corra.
Una ventaja es que estoy conociendo mejor mi barrio, hago rutillas que antes descartaba porque no eran camino hacia ningún sitio que me interesase , me puedo fijar más en  las cosas, puedo pararme a leer la carta de un restaurante o convertirme en un buen testigo presencial de cualquier delito.
Cuando salgo alguna mañana , el carril bici es territorio de los Walker Pro, así, con mayúsculas.
Señores prejubilados o ya mayores, gente como mi padre que se hacen 10-20 K diarios sin pestañear, doblan entrenamiento y hacen series de muchos kilómetros con  recados de descanso entre series,  son gente  muy seria.
Y lo he notado en su mirada, te censuran, saben que eres un advenedizo, no eres uno de ellos , eres un outsider.  No te paras a mirar en las obras, no te conoces a los porteros del barrio, no llevas el periódico bajo el brazo.

Nunca has  superado dos infartos ni has bajado de los 200 mg/dl de Colesterol total, no suspiras por un Ducados, no te acercas ni de lejos a ninguna de sus marcas.
Ellos lo saben con solo verte, saben que en lugar del reloj de oro de la empresa llevas un puto Garmin; estás muy lejos, todavía no te lo has ganado.
Pero a mí no me importa, espero  mi tirada larga , la de 6 minutos, que rica me sabe.
Mientras tanto sigo esperando, lo hago lo mejor que puedo.