Buscar este blog

jueves, 28 de agosto de 2014

El corredor. Hace un año

Hace aproximadamente un año comenzó todo. Para qué mentir, que somos corredores y no nos avergonzamos de ser obsesivamente precisos. Fue hace exactamente un año.
Vuelvo a leer la escuetas líneas de mi diario de corredor, aunque lo recuerdo perfectamente.
Era día de descanso en la séptima semana de mi plan de 18 semanas para mi primer maratón en Valencia. No tocaba, pero no me pude resistir. Pasábamos el día visitando a mi hermana en un precioso pueblecito del Valle del Lozoya, de lo más bonito que tenemos por Madrid.
Casualmente llevaba unas zapas prejubiladas y una bolsa con ropa de correr en el maletero, ya sabéis que nunca se sabe, por eso  yo siempre las llevo en el maletero.
Correr con el fresquito de la Sierra al anochecer, tras una semana de horrible calor en Madrid era demasiado bueno como para perdérselo, y yo siempre he sido un hombre fácil.
Intentando buscar un caminito que bordeaba un pantano me metí en una terreno irregular e impracticable del que afortunadamente salí sin un esguince-había tenido suerte-pensé, iluso de mí.
Aunque seguramente no fue la causa, si pudo ser la gota que colmó el vaso.
En mi diario tengo apuntado: molestias en tobillos y plantas, posiblemente adaptación pero OJO con lesión. 
Como siempre, optimista pero valorando todas las posibilidades. Como siempre ante cualquier molestia significativa, dejé pasar dos días y, como me encontraba perfectamente, olvide el tema y seguí con mi rutina. Unos gloriosos intervalos (¿has visto Gonzalo que aplicado?) de 6*1000 a 4:10.
Leo en mi diario que me cuesta seguir el ritmo Easy y que lamento no llegar a la frecuencia deseada para este tipo de entrenamiento, apunto que a lo mejor tengo que ir más rápido el próximo día, quizás a 4 pelado...
                                                     Asturias. Mi perspectiva actual
Aquí se reconoce fácilmente al novato en su primer tercio del plan, antes de la carga de kilómetros y los miedos del final, hablan las endorfinas y la maravillosa inexperiencia, es la fase "sobradete".
Lo bueno de escribir una bitácora o diario, es que siempre te da material para reírte de tí mismo, es cuestión de tiempo y perspectiva.
Luego no tengo nada apuntado hasta los intentos de correr ya con el título de FP en la mano (fascitis plantar).
Ha pasado un año y todo sigue más o menos igual en cuanto a los pies se refiere.




Estoy contento porque he conseguido los dos objetivos que me propuse: no amargarme y no perder mi buena forma física. No sin esfuerzo, tengo que decir.
Los que habéis leído lo que he escrito específicamente sobre esta lesión ya sabéis de sus peculiaridades. Si algo tiene de positivo es su buen pronóstico, el 90-95% se cura. Lo malo es el tiempo que se toma. Un año es la media, lo que para unos son 6 meses para otros serán 2 años, es lo que hay.
Y aquí estoy esperando lo mejor pero también preparado para lo peor.
Lo curioso es que ahora vivo esta espera con gran ilusión, de las mayores ilusiones de mi vida.
Si este año sin correr no ha sido tan malo como pensaba, pero por otra parte no hay día que no piense en ello mil veces, ¿os imagináis como será el día que vuelva a correr?
Pues eso, que estoy con más ilusión que un niño bueno en la noche de Reyes.
Como todavía estoy de vacaciones y mi tablilla solo me deja usar un número limitado de fotos os pongo algunas de esta maravillosa Asturias donde fui tan feliz corriendo y ahora soy tan feliz... esperando a correr.
Saludos a todos